domingo, 3 de enero de 2016

La vigüela

Mientras esperamos bajo el frío rocío, Aramis abre la puerta de rejas.
Es de noche y, por la humedad, casi me caí diez veces.
Tres amigos respiran al lado mío.

Entramos a la casa. Cinco pibas nos saludan casi al pasar. Al instante se enroscan en definir al clásico veinteañero marplatense de clase media o alta. "Tenemos que estar en Samsi antes de las dos". "El sábado pasado me chape a tres". "Vos siempre te chapas a más de tres". "Trae el vodka". "Hacé el jugo"."Maquillame"."Mirame"."Mirame","Mirame",
Nos ubicamos al lado, donde Aramis inconcientemente toca esa vigüela, distrayendo con delirios varios.
Gritan de allá, pero acá suenan intercaladas Metallica y Las Pastillas.

Axel escribirá, mientras las cotorras cotorrean, solo para crear y perder el contenido, una y otra vez.
Noelia dormitará, entre tanto bochinche y berrinche, por haberse levantado temprano, mientras charlotea con algún buitre que no hace más que dormirla más.


No hay comentarios:

Publicar un comentario