lunes, 25 de enero de 2016

ojos

Que cada abrazo dure una eternidad.
Que los besos deliren el tiempo
Que las miradas no falten.
Que iluminen con locura,
que desangradas alienten,
mirando siempre de frente,
siempre a los ojos,
volando alto,
con tus lágrimas de felicidad, de bronca, de vida.

sábado, 23 de enero de 2016

Osito

Mi hermano al can siempre le dice Apestosillo.

Hoy, le dijo Osito.

Recién, hace apenas unos segundos, mientras salía una perra del baño de casa.

Las pibas (todas las pibas) antes de llegar, tarde como de costumbre, saben que apenas entren van a escuchar a Rombai o a Maramá. Saben que va a haber un grupo de civiles hablándoles, excitados.


Todos son carne y algunos se desean. Es un circo en el cual todos llegan tarde, haciéndose los ocupados, y todos se apuran por irse, aunque estén disfrutando.

Por mi parte, me limité a acomodar un poco mi escritorio, para que no parezca tan tirado cuando pasan por acá.
Suena siempre la música impuesta por el mercado, bandas juveniles claramente armadas por un par de representantes y mafias de discos de bidé.

Mientras escribo estas líneas aparece mi razón de ser humano (animal), que hace que cada vez que escuche una voz femenina, se levanten mis orejas y me invada un frenesí, donde sueño con agarrar alguna al tun-tun y llevarla arriba, donde sin mediar palabras, le dé murra hasta que ella y yo no demos más, donde me saque toda la bronca, toda la pena, toda la euforia, todas las lágrimas, toda la vida, toda mi vida, todas sus vidas y todos sus problemas.

jueves, 21 de enero de 2016

axel escribiendo borracho a las 3am

Y sin embargo, las alondras de la noche seguían cantando, tristes.
Yo, por otro lado, mirada perdida sobre la luna, pensaba en vos.
En tus ojos color verdad. En tu risa de sol.
Y cuando la luna se mezclaba con tu risa, el eclipse me miraba, distinto.
Y yo fui feliz.

domingo, 3 de enero de 2016

La vigüela

Mientras esperamos bajo el frío rocío, Aramis abre la puerta de rejas.
Es de noche y, por la humedad, casi me caí diez veces.
Tres amigos respiran al lado mío.

Entramos a la casa. Cinco pibas nos saludan casi al pasar. Al instante se enroscan en definir al clásico veinteañero marplatense de clase media o alta. "Tenemos que estar en Samsi antes de las dos". "El sábado pasado me chape a tres". "Vos siempre te chapas a más de tres". "Trae el vodka". "Hacé el jugo"."Maquillame"."Mirame"."Mirame","Mirame",
Nos ubicamos al lado, donde Aramis inconcientemente toca esa vigüela, distrayendo con delirios varios.
Gritan de allá, pero acá suenan intercaladas Metallica y Las Pastillas.

Axel escribirá, mientras las cotorras cotorrean, solo para crear y perder el contenido, una y otra vez.
Noelia dormitará, entre tanto bochinche y berrinche, por haberse levantado temprano, mientras charlotea con algún buitre que no hace más que dormirla más.